¿Qué es el Hikikomori?

En los últimos años, con el auge de la tecnología las relaciones han cambiado substancialmente y se ha observado un nuevo fenómeno de retraimiento social en muchos adolescentes y adultos jóvenes.

Estos, se aíslan voluntariamente, retrayéndose, pasando cada vez más tiempo aislado y terminando por convertirse en reclusos en su propio hogar, alejándose por completo de su entorno social.

Este retraimiento social llevado a su máxima expresión puede conducir a otros problemas y terminar derivando en determinados trastornos mentales como el TOC, los trastornos alimentarios, la depresión, etc., además de provocar el deterioro de la relación con su propia familia, amigos, abandono de las actividades fundamentales de la vida, como el trabajo o los estudios, arrebatos violentos o, incluso, los intentos de suicidio.

Qué es el Síndrome de Hikikomori

Hikikomori, un nuevo fenómeno de retraimiento social

Saitō Tamaki, conocido por ser un gran crítico cultural y uno de los mayores expertos japoneses en los problemas psicológicos de la juventud, publicó en 1998 su libro: Hikikomori, en el que describía un problema que resultaba recurrente entre sus pacientes: el retraimiento social.

Saitō argumentaba que, estos adolescentes y jóvenes, no sufrían depresión y que su retraimiento social no podía encuadrarse fácilmente en una única causa médica fácilmente identificable, por lo que debía considerarse un síndrome y no un síntoma de otra categoría diagnóstica.

De hecho, el gobierno de Japón estima que 1,15 millones de personas, literalmente, se han retirado de la sociedad. Pero Saitō sugiere que la cifra es mayor y puede llegar a superar los 10 millones.

Pero este fenómeno de aislamiento social no es solo un problema en Japón. En 2010 la palabra hikikomori apareció en el Diccionario de Inglés de Oxford, dando prueba de que la palabra (y el problema que conceptualiza) se ha extendido y es cada vez más reconocible fuera de las fronteras de Japón.

Un fenómeno que afecta a la salud mental de los más jóvenes

El síndrome de Hikikomori afecta sobre todo a los más jóvenes que, con el auge de las redes sociales y de las nuevas formas de sociabilización en un mundo cada vez más hiperconectado, lejos de que esa hiperconexión se refleje en su cotidianeidad, se van aislando y abandonando el contacto social para convertir en su centro el ordenador, los videojuegos, la televisión, el móvil, etc.

En psicología hablamos de aislamiento o retraimiento social para referirnos al acto de retirarse de la sociedad y evitar el contacto con la gente, excepto con la propia familia, durante seis meses o más, cuando este hecho no parece estar causado por otro problema psicológico.

Dado que el retraimiento social no cumple los criterios de una etiqueta diagnóstica, el Ministerio de Sanidad japonés creó en 2003 unas directrices para ayudar a identificar el fenómeno Hikikomori, estableciendo la presencia de ciertos criterios, entre los que destacan:

  • Mantenimiento de un estilo de vida confinado en casa

  • Falta de motivación para asistir a la escuela o al trabajo

  • Ausencia de criterios para otros diagnósticos psiquiátricos como agorafobia, esquizofrenia, etc

  • Duración de los síntomas superior a 6 meses

Hikikomori afecta a la salud mental

Síndrome de Hikikomori: profundizando en los síntomas

Absentismo escolar

Aunque el absentismo escolar no es producto unicamente del aislamiento social, la inasistencia continuada representa un importante desencadenante de este estado de retraimiento para muchas personas.

Miedo a los demás

El aislamiento  social puede ser diagnosticado erróneamente como fobia social, es decir, un fuerte miedo a los demás.

Algunas personas se sienten ansiosas frente a la observación de otras personas, especialmente en los espacios públicos y en el transporte público.

Trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno crónico y persistente en el que la persona tiene pensamientos (obsesiones) y/o comportamientos (compulsiones) incontrolables y recurrentes que siente la necesidad de repetir una y otra vez.

Según algunos estudios, muchas personas en estado de aislamiento también experimentan «síntomas de trastorno obsesivo-compulsivo».

Esto no quiere decir que las personas con TOC corran el riesgo de entrar en un estado de aislamiento a causa de su trastorno, sino que estas obsesiones y compulsiones suelen desarrollarse como rasgos secundarios tras entrar en abstinencia.

Conductas agresivas

Los síntomas obsesivo-compulsivos fuertes pueden ir acompañados de ciertas conductas agresivas.

Insomnio e inversión de la noche y el día

El insomnio y la inversión de la noche y el día son «síntomas» comunes del aislamiento social, tanto por razones fisiológicas como psicológicas.

Fisiológicamente, cuando el cuerpo está activo durante el día, predomina el sistema nervioso simpático (responsable de la estimulación de la respuesta de lucha o huida del cuerpo), pero cuando se duerme por la noche, el cuerpo cambia al sistema nervioso parasimpático (responsable de la estimulación del «descanso y la digestión»).

Las personas que se encuentran en estado de aislamiento tienden a pasar las horas de vigilia sin hacer casi nada, lo que desarregla la modulación natural de estrés-relajación del cuerpo.

Esto conduce al insomnio y a la tendencia a invertir el día y la noche.

Otra razón es que el cuerpo humano está dotado de un reloj interno que se ajusta con la luz solar.

La exposición a la luz solar durante el día mantiene los ciclos ordinarios del reloj interno. Pero cuando una persona se retira, la disminución extrema de la exposición a la luz solar llevaría al insomnio y a la inversión del día y la noche.

Psicológicamente, las personas con síndrome de aislamiento experimentan sentimientos de inferioridad, especialmente durante el día, cuando todo el mundo está haciendo sus actividades.

Para evitar la angustia de perder el día, acaban pasando más tiempo despiertos por la noche y, cuando sale la luz del sol, se vuelven a dormir.

Aislamiento en el propio hogar

Las personas con síndrome de aislamiento tienden a encerrarse en sus habitaciones, en lugar de vagar por la casa. La mayoría de ellos tienden a evitar a los miembros de su familia incluso en la casa.

Pensamientos de persecución

Algunas personas en aislamiento, especialmente las que han estado aisladas del mundo durante un largo período de tiempo, pueden sufrir pensamientos de persecución, como pensar que  los vecinos están difundiendo rumores sobre ellos, que las personas comentan acerca de ellos, etc.

Depresión

Los síntomas de depresión y desesperanza son síntomas comunes entre las personas en estado de aislamiento.

Ideación suicida

Debido a que las personas con síndrome de abstinencia pasan la mayor parte de sus días llenas de sentimientos de desesperanza y desesperación, no es raro que puedan aparecer pensamientos suicidas, especialmente cuando este estado de aislamiento se prolonga en el tiempo y sus dolorosas emociones se vuelven insoportables.

Otros síntomas

Las personas con síndrome de Hikikomori también pueden experimentar otros síntomas, como «comer en exceso» o «negarse a comer», lo que puede llegar a convertirse en un trastorno alimentario después de un largo período de aislamiento.

Otros síntomas son las «enfermedades psicosomáticas», como la gastritis y la hipertensión, que surgen como resultado del estrés y de los patrones de sueño irregulares.

Otro síntoma que puede derivarse de este estado es la adicción, ya sea a las drogas, el alcohol, los videojuegos, la comida, etc.

Búsqueda de ayuda en Grupo Vilem

Búsqueda de ayuda

Uno de los principales pasos a seguir a fin de ayudar a estas personas consiste en ofrecer alternativas sociales a la persona afectada que puedan forzar la ruptura del aislamiento y que resulten de su interés.

Además, es de suma importancia buscar ayuda especializada e iniciar una adecuada terapia psicológica adaptada a las necesidades concretas de la persona, a fin de hacer frente a la ansiedad social y a toda la sintomatología asociada a este fenómeno.

Además de la terapia, en el proceso de recuperación, la familia y el resto del entorno cercano a la persona, juega un papel fundamental, pues además de poder apoyar a la persona en el proceso, pueden ser muy relevantes a la hora de aportar su comprensión y ayudar con ello a que la persona recupere sus habilidades sociales y consiga restaurar una vida equilibrada.

En Grupo Vilem somos profesionales de la Salud Mental y ofrecemos a nuestros pacientes soluciones especializadas a desórdenes mentales referidos a las emociones y el comportamiento.

Siempre valiéndonos de los últimos avances científicos, procuramos un diagnostico exhaustivo y certero y terapias completamente individualizadas realizando el control de cada situación particular  mediante sistemas de ayuda y apoyo tanto en nuestros centros como en el hogar las 24 horas del día.

Por eso, si necesitas asesoramiento al respecto de Salud Mental, no dudes en contactar con nosotros.

Estaremos encantados de atenderte.