¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el que las personas ven la realidad de manera distorsionada. Puede ser causante de alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento y del comportamiento, que perjudica el normal desempeño de las actividades de la vida diaria y puede llegar a incapacitar a la persona.
Las personas que sufren de esquizofrenia deben estar bajo tratamiento durante toda la vida. Si el tratamiento se empieza en una fase temprana de la esquizofrenia puede llegar a controlar los síntomas antes de que lleguen a desarrollarse y se convierta en complicaciones más graves, mejorando la previsión a largo plazo.
Síntomas
La esquizofrenia involucra determinados problemas de cognición, comportamiento y emociones. Los síntomas varían, pero en general éstos se clasifican en:
Síntomas psicóticos
- Delirios
- Alucinaciones
- Discurso desorganizado
- Comportamientos desorganizados
Síntomas negativos (expresión emotiva disminuida)
Los síntomas negativos están caracterizados por la pérdida de motivación, de interés o de la realización de las actividades de la vida diaria. También se caracterizan por mostrar un alejamiento de la vida social, complejidad a la hora de expresar las emociones:
- Problemas a la hora de planificar las actividades de la vida cotidiana
- Dificultad para sentir placer
- Comunicarse de forma neutral
- Evitar la socialización o hacerlo de forma incómoda
- Carecer de energía y realizar actividades pasivas. En casos extremos puede llegarse a la catatonia, esto es dejar de moverse o de hablar durante un determinado tiempo
Con el paso del tiempo, los síntomas varían en función del nivel de gravedad, teniendo episodios de empeoramiento y de remisión. Algunos de los síntomas pueden manifestarse continuadamente.
En ocasiones puede suceder que se confundan los síntomas con los de la depresión u otras enfermedades mentales
Síntomas cognitivos
Los síntomas cognitivos abarcan los problemas de concentración, de atención y de memoria. Estos incluyen:
- Problemas para procesar la información para la toma de decisiones
- Problemas a la hora de utilizar la información aprendida en ese momento
- Dificultad para concentrarse y llamar la atención
Síntomas en adolescentes
Los síntomas en adolescentes se asimilan mucho a los que presentan los adultos, pero la enfermedad puede ser más difícil de detectar.
Esto se debe a que los síntomas tempranos de la esquizofrenia se asemejan mucho al desarrollo típico de la adolescencia:
- Distanciamiento de los amigos y los familiares
- Menor desempeño en el colegio
- Trastornos del sueño
- Comportamientos irritados o depresivos
- Falta de motivación
A diferencia de los síntomas en adultos, los adolescentes tienen menos probabilidad de tener ideas de delirio y mayor posibilidad de tener alucinaciones visuales.
¿Qué causa la esquizofrenia?
Existen diversos factores que contribuyen a la aparición de síntomas de la esquizofrenia. Entre ellos encontramos:
- Genética: en ocasiones la esquizofrenia puede ser hereditaria, lo cual no quiere decir que si algún familiar padece esquizofrenia el porcentaje de probabilidad de que se herede sea del cien por cien
- Estructura y función del cerebro: es probable que las personas con esquizofrenia presenten diferentes tamaños en ciertas áreas del cerebro y sus conexiones. Estas diferencias cerebrales pueden desarrollarse incluso antes del nacimiento.
- Ambiente: los profesionales sugieren que la combinación de factores genéticos, aspectos del entorno y las experiencias vitales pueden desembocar en esquizofrenia. Estos factores incluyen la pobreza, el estrés o las situaciones de peligro y problemas nutricionales antes del nacimiento
Diagnóstico
El diagnóstico de la esquizofrenia se basa en la observación de los síntomas, viendo metódicamente las vivencias de la persona y sus antecedentes familiares, con los amigos, vecinos y en el trabajo.
Se realiza la valoración dependiendo de la predominancia de síntomas positivos o negativos, midiendo la intensidad de cada uno de ellos mediante escalas y cuestionarios. Así se puede evaluar al paciente en los diversos momentos de su evolución y la efectividad de los tratamientos.
Cómo se trata la esquizofrenia
La esquizofrenia actualmente se trata con ciertos medicamentos, que son denominados neurolépticos o antipsicóticos. Estos medicamentos tienen la capacidad de remediar los desequilibrios de los neurotransmisores.
Los antipsicóticos se clasifican en dos tipos: los clásicos y los neurolépticos atípicos
Los neurolépticos atípicos tienen la ventaja de que producen menores efectos secundarios.
Los tratamientos psicosociales son otra de las ayudas que se pueden ofrecer a las personas que padecen la esquizofrenia. Estos tratamientos ayudan a la persona a resolver retos cotidianos y controlar los síntomas en las diferentes situaciones de la vida ante las que se pueden encontrar.
Ayudar a alguien que podría tener esquizofrenia
Lo primordial a la hora de ayudar a alguien con esquizofrenia es comunicarte con esa persona y contarle tus preocupaciones. No es fácil hablar con alguien que no quiere ser ayudado, pero sí puedes ofrecerle tu apoyo y contribuir a encontrar un profesional cualificado para ayudarle.
En ocasiones podría llegar a ser necesaria la hospitalización de emergencia. Esto quiere decir que la persona es internada de manera no voluntaria para el tratamiento de su salud mental.
Si la persona en cuestión consideramos que pueda ser un peligro para sí mismo o que no pueda proveerse de ropa, alojamiento o alimentación, lo más aconsejable es llamar a los servicios de emergencia, a fin de pedir ayuda y para que sea evaluado por un profesional de la salud mental.