¿Qué es la misokinesia?

El término “misokinesia” deriva del griego “miso”, que significa “odio”, y de la palabra también griega “kinesis”, que significa “movimiento”.

La misokinesia consiste en un estado de nerviosismo, alteración, incomodidad y malestar que aparece cuando nos encontramos frente a una persona que realiza sin interrupción pequeños movimientos corporales.

Aunque este término es relativamente nuevo, previamente se habían estudiado otros fenómenos similares como, por ejemplo, la misofonía, una alteración psicológica que también causa molestia e irascibilidad frente a sonidos reiterativos como pueden ser las notificaciones de un teléfono, el goteo de un grifo o el tic-toc de un reloj de pared. Este fenómeno, de hecho, fue estudiado ampliamente hacia el 2014 por una Universidad holandesa, anticipándose al estudio de la misokinesia.

Más tarde, otra investigación en la Universidad de la Columbia Británica comenzó a estudiarse este fenómeno, descubriendo que puede llegar a afectar a cerca del 33% de la población y, por el cual, se produce una respuesta afectivo-emocional negativa frente a los movimientos repetitivos pequeños, a veces, mínimos que, a pesar de no suponer riesgo ninguno para la persona que los observa, le causan una profunda angustia.

¿Qué activa la misokinesia?

Aunque todavía se están realizando estudios al respecto, al igual que ocurre con la misofonía, se trata de una suerte de fobia que tiene su origen en una respuesta cerebral.

Algunas investigaciones han resuelto que, en la mayor parte de las personas que padecen esta condición, se detectan alteraciones en la corteza insular anterior, una zona que se hiperactiva cuando es expuesta a determinados sonidos o movimientos. En esta parte del cerebro se activan respuestas relacionadas con el estrés: como el aumento del ritmo cardiaco o de la sudoración, la ira o el miedo.

Además, la misokinesia también se relaciona de alguna forma con las neuronas espejo, haciendo que ese tic nervioso en otra persona, activen en nosotros una sensación de nerviosismo e intranquilidad.

¿Qué síntomas caracterizan la misokinesia?

Algunos de los principales síntomas de la misokinesia son:

  • Ansiedad y nerviosismo en mayor o menor grado cuando alguien hace movimientos corporales repetitivos.
  • Irritabilidad y enfado.
  • Sensación de incomodidad.
  • Necesidad de alejarse de las personas que efectúan movimientos repetitivos.
  • Incapacidad de concentrarse en otra cosa.
  • Frustración.
  • En casos extremos, disminución de la actividad social.
  • La misokinesa se presenta en ocasiones junto a la misofonía.

¿Cómo actuar cuándo padecemos esta condición?

La misokinesia es una condición bastante frecuente, aunque por norma general, no pasa de ser un hecho molesto y, solo en algunos casos puede llegar a afectar de forma intensa la actividad normal de la persona o generarle un conflicto verdadero. Aún así no deja de suponer un estado capaz de alterarnos y de provocarnos emociones y sensaciones muy negativas. En este sentido, a la hora de  gestionar este fenómeno psicológico, pueden resultar efectivas algunas técnicas de manejo de la ansiedad y de relajación y de respiración profunda o  la técnica de la visualización, a fin de centrar nuestra concentración en algo distinto al estímulo que nos genera esa incomodidad.

En Vilem somos especialistas en Salud Mental, por eso, si necesitas ampliar la información al respecto o tienes cualquier otra consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.